Este texto explora las diversas maneras en las que el sueño globalizador ha impactado en el desarrollo de nuestras ciudades y cómo ahora emergen, como un producto acaso marginal de este sueño, otras ciudades en las que los residuos de estos procesos salvajes se amontonan en su corazón mismo. Es interesante cómo lo plantea la autora porque lejos de la exposición de la cadena de males que ha generado el capitalismo en nuestro mundo y luego su más reciente engendro, el neoliberalismo, se concentra en enseñarnos que se pueden mejorar nuestras ciudades si las intervenimos inteligente y oportunamente.
Al margen de las visiones más técnicas sobre el ethos del urbanista, este libro se plantea como un eslabón necesario que una los conocimientos técnicos indispensables con la revisión de los impactos de nuestra civilización en el bienestar de las comunidades y los individuos.